viernes, marzo 05, 2010

Se acerca a mi por mi forma de estampar. "¿Quién te enseñó eso?" me pregunta.
Yo le cuento de Jordi Catafal y el otro Jordi sonríe, en algún momento suelta el comentario de que Jordi Catafal ha salido de la misma universidad que yo... Jordi Catafal esta en mi lista de profesores favoritos que más cosas lindas me han aportado. Entre las cosas que conozco de él, no esta el que haya estudiado en mi unviersidad.
Ayer, un año después de esta historia decidí ir a visitarlo como hago cada año cuando se acerca su santo y la primavera.
Me recibe con sonrisa de cuarto creciente y fotos de su bebé que ahora mismo es una niñota de 9 años.
Le cuento de mis pininos en el Buril y que el maestro de taller le ha reconocido a él en mi forma de estampar.
Sonríe más.
-"El maestro de taller, en sus tiempos era el ayudante del entonces maestro de taller, que fué la persona me enseñó el grabado a mi.
Estuve 2 meses con él, observándolo y de ahi aprendí cosas que ningún profesor explica, solo observando. En ese entonces decidí que quería que mis alumnos aprendieran a estampar bien. Yo fui el primero que comenzó con el grabado en esta escuela, y me salía a la calle a repartir flyers para que la gente viniera a aprender.
El ejercicio de tiraje (nos hacían estampar 50 ejemplares de una placa al finalizar el curso, después nos daban una carpeta con un grabado de cada persona) era muy aburrido al principio y los alumnos no se comprometían, tuve que inventar una forma en la que fuera divertido, solo llevándose un recuerdo de ello he logrado que funcione, pero mis alumnos saben estampar bien."
Me comparte esta historia y siento bonito de tener de esta forma tan abstracta y que se traduce simplemente en mi forma de estampar, los deseos, los vínculos y a la vez ese aprendizaje empírico que ahora en la era de la educación industrializada no existe.
Jordi reconoce a Jordi y talvez a su propio maestro a través de mis manos, el mundo es ese espejo donde todos estamos tan embadurnados de todos.
L no comprende mi amor por la profesión de ser maestro, mi devoción y la confianza que siempre he sentido hacia esa persona que busca enseñarte. Siempre he pensado que enseñar es esa única forma de ser eterno, de quedarte en los vivos y de incidir en el mundo. Me duele mucho cuando encuentro un mal profesor, un mal profesor no comprende el valor y el poder de su profesión.

Me gustaría, que en algún momento de mi vida me fuera posible tener algo que enseñar.

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