sábado, octubre 10, 2009



Al día siguiente nos sentimos raros, mientras comemos nos miramos las caras y sentimos como que hay algo diferente, nos sentimos incómodos y ultrajados como por una fuerza invisible o imaginaria, pero con una fuerte presencia.
Personalmente incluso noto una diferencia increíble a mi percepción de este espacio, entre un antes y un después. Nunca me había sentido en guardia en mi propio lugar seguro, era esta mi guarida, donde mando todas las cosas que deseo que estén seguras, donde puedo llenar mi cuarto de fotos mías y de mis amigos, colores y formas, donde escribo frases infantiles en la pared y donde pegaba fotos de Leonardo Di Caprio cuando era adolescente. ¿Qué significa esto?, es una contradicción emocional terrible pensar que ese lugar privado e íntimo en un país como éste es en realidad un lugar público a disposición de cualquier ciudadano con una escalera y el suficiente descaro para tomar y hacer lo que se le da la gana. Ahora, incluso el tiempo transcurre de una forma extraña, estamos expectantes, a ver qué pasa.
Cuando salimos a la calle, sentimos temor, porque estas personas conocen nuestras caras, dónde vivimos y al parecer también nuestros hábitos, pero nosotros no conocemos nada de ellos, pueden ser todas las caras, todos los hombres, todos los albañiles, todos los policías y salimos y los miramos a todos con desconfianza.
Entre mis ideas esta la de que cuando mis ojos se encuentren con los suyos surgirá una especie de chispa que delatará a mi agresor, porque él ha visto muchas cosas que no le he mostrado a nadie, se ha dado el lujo de recorrer mis pertenencias y mi espacio más íntimo, así que pienso, de cierta forma debe de sentir alguna especie de vínculo hacia mi. Cuando te metiste a mi cuarto ¿qué sentiste?, ¿qué pensabas mientras mirabas toda mi música?, ¿pensabas en mis gustos?. Revisaste mis dulces, mi ropa y mis papeles, abriste el cajón de los cables y puede ser que el desorden te haya confundido mucho, porque buscaste un poco pero después te cansaste, porque no te llevaste el cargador de la cámara que te robaste.
También, acabo de notar que no estan mis películas de “Volver al futuro”, qué tipo de ladrón se lleva unas películas de culto ochentenas??. Hay tantas cosas que me hacen dudar, que me confunden. Coloqué mi mano sobre la huella de mi caja de discos y vi que el tamaño de las manos impresas coincidía con las mías. Nunca he conocido a nadie de mi edad que tenga el tamaño de mis manos, mi ladrón es de manos pequeñas. ¿Una mujer?, ¿un hombre muy pequeño?, ¿un niño?. Nada de esto me cuadra, hay tantas contradicciones.
Algo que tampoco entiendo, es que no se llevaron mi Ipod, estaba fuera del lugar donde lo deje, si, pero estaba ahi. Porqué se habían llevado la computadora y habían dejado el ipod?. Pienso que se fueron cuando nosotros llegamos, que estaban revisando el comedor pues la grabadora estaba desconectada y con el cable enrollado lista para llevar.
Intento reconstruir este recorrido y estos hechos una y otra vez, alterando los factores de orden con cada pensamiento. Una infinidad de posibilidades. Todas conjeturas infructuosas.
No puedo concluir nada respecto a esto, pero si hay una imagen que me deja pensativa y aterrorizada, y es la de una patrulla que estaba estacionada frente a mi casa y que se fue a penas llegamos nosotros…
Tengo ansiedad y prácticamente morbo por saber la verdad, pero quien sabe, talvez nunca la sepa, talvez sea mejor no saberla.

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