navidad tiene algo muy triste. pensaba esto y después de hablar por telefono con una mujer a medio llorar recordé porqué.

-Esque no es lo que hay, lo que duele es ver lo que no hay.

En mis recuerdos estaba ella debajo del árbol de aguacates, en la mesa de la cocina, todo el mes de enero. No había otra definición más clara de la cuesta de enero, cicatrices emocionales y consecuente cansancio psicológico y emocional al enorme esfuerzo que implica aparentar lo que no eres. De eso se trata el jueguillo, de armarse de todo aquello que no eres para ser fuerte, para ser bella, inteligente y exitosa, la imagen encarnada del feminismo. Y llegan algunas con sus cirugías y sus vestidos caros, se habla de viajes, Europa y los planes para reafirmar el presente poder adquisitivo y la seguridad de que mañana será igual. Hoy soy mejor que tú, porque estoy mas delgada, porque tengo chichis nuevas y el dinero me brota por los orificios de la nariz.

Y al día siguiente esa resaca implacable y duradera, al menos 3 semanas, hasta la próxima batalla, hasta el próximo encuentro, volveré perfectamente engarzada en la armadura impenetrable de mi silencio y mi pobre sentido de la moda, me declararé neófita y así no podrás hacerme daño, me llamarás gorda y pobre y yo seguiré con mi sonrisa de siempre y no podrás tocarme un pelo. Ella, llegará en sus caballos más hermosos y lista para la competencia, la harán cachitos como todos los años.

Si uno tiene tan claro quien es y lo que quiere, ¿porqué no puedes decirle al corazón, este no eres tú, por eso no lo anheles y no lo llores, aunque lo tuvieras, no serías feliz?, y el corazón sabio entendería que todo aquello que creía haber amado con tanta vehemencia era un capricho pasajero e infantil, entonces, encontrará paz.