y te preguntas qué tanto serás capaz de meter en una maleta, odias al que te limita a una sola maleta, tiene el tamaño de un closet pequeño, pero sigue siendo una sola maleta, es la depuración máxima, omitir el ornamento, regresar a lo necesario, a la escencia y es ahi donde te preguntas qué necesitas para seguir siendo tú, una isla que no esta desierta pero no hay nadie conocido, puro mar de rostros, qué te llevarías?, en esta isla no hay enchufes iguales a tu isla, así que los aparatos electrónicos, descártalos... no te caben personas en la maleta, es ilegal llevar cuerpos, qué queda?.
es inevitable que tu primer instinto haya sido recurrir a tu pasado, de cierta forma cuando lo miras recuerdas una historia, recorres todos los pasos que seguiste para ser quien eres, así si te pierdes, siguiendo estos pasos puedes recorrerlos otra vez y talvez volver a ser quien eras antes, después de todo, es un puerto seguro.
el tiempo ha pasado y aqui ya no tienes pasado, ya no tienes mapas ni rastros de quien eras, en esta profunda depuración de ornamentos se han perdido todas aquellas nimiedades y detalles que en cierta forma te definían, eres un detalle, un puntito ni siquiera registrado en la historia, esperas ser un puntito registrado en el corazón de un hombre, de algunas personas, con eso te basta a veces, el mundo es tan basto y tú tan pequeña, tan depurada, tan carente de ornamentos. te probaste los aretes de tu abuela, los adorabas porque eran pesados y brillantes. te miras en el espejo y te sientes ajena, no son mis aretes, yo ya no soy yo