de repente una libreta me parece infinitamente insuficiente, me pierdo en su alma bidimensional que no es la misma de mis dibujos. siento a veces mis dedos medio torpes, medio sudorosos pero siempre dejo todo cuando los uso y siempre pensé que una entrega así aunque talvez no fuera comprendida podría ser respetada, podría ser contemplada en silencio y sin estorbar entre sus pasos, entre el aire que guarda dentro.
y al final se olvida toda la poesía y se limita a un par de opiniones como de esto sirve o esto no sirve, como el sexo de las putas, así sin besos. y yo con mis amores entre mis brazos, con todos los significados que tienen y tuvieron esos simples trazos, solo alguien que ama así puede entender a lo que me refiero. escribi una carta recientemente, hablaba algo así como que a la gente sobervia la vida siempre acaba dandole una cachetada pero precisamente por eso es bueno disfrutar de los buenos logros y sentirse orgulloso de uno mismo sin temer las represalias morales o religiosas, porque yo no creo que el duro trabajo y sentirse orgulloso de eso sea pecar.
ven el 18 de enero me dijo, y yo con los egos todos replegados en lágrimas rabia o tristeza, me convenci en pensar que era tristeza por un mundo que no comprendía el esfuerzo y que se basaba llanamente en el plano desarrollo de los trabajos asignados, él es profesor, yo soy alumna, simplemente no hay que esperar más. no era cuestión de ego, era cuestión de amor herido, de sueño roto, no es que un número o una frase hubiera sido la redención a todas esas tardes de pensamiento y la frustración de no poder transportar las propias ambiciones a ese lenguaje, era una palpable incomprensión de amar algo con tanto ardor que que duele con rabia punzante y ver su resonancia en un eco casi inaudible y frío como de empaquetador de liquadoras. esto sirve, esto no. porque hoy en día ese tipo de cosas como lo es una carpeta muy grande, marcos de colores o seducciones baratas sigue siendo el alma de la fiesta.