Le tengo un miedo irracional a los fantasmas gritones, constantes pesadillas de muertos repitiendo las mismas palabras una y otra y otra y otra vez, ràpido y subiendo el volumen. Tengo la mano sobre la cadera y a veces no distingo si estoy dormida o despierta porque generalmente me guìo por el escenario, cuando el escenario es el mismo que donde me dormi, es muy difìcil distinguir y escapar del miedo. De repente esa mano recargadaen la cadera se convierte en el dedo punzante de unade esas mujeres muertas que de pie junto a mi me mira con los ojos desencajados y peleo por despertar o cualquier cosa. repito su nombre muchisimas veces, proque pienso que si hay fantasmas horribles y siempre me tortura la imagen de mi bisabuelo muriendo en la misma cama que yo duermo pienso que èl tambien deberia estar rondando la casa, con sus libros y sus violetas, al dìa siguiente ya no sueño feo.
1 comentario:
Mis peores pesadillas son cuando me imagino viviendo una vida de adulta que ya sólo puede preocuparse por sobrevivir y chingar y ya no se ocupa de llorar o reír. Cuando duermo y tengo pesadillas, sufro un rato y si despierto me traquiliza saber que es ficción y aunque sueñe con eso de nuevo no me alarma, las cocineras asesinas con cuchillos no parecen tan crueles como los que derriban aves de la inocencia al vuelo.
Publicar un comentario