Esta mañana me desperté sin trabajo y la deuda de mi tarjeta de crédito elevándose como cometa de noviembre. De repente me sentí inundada por esos momentos de miedo e incertidumbre. Mi cabeza como mi peor enemiga haciendo listas inumerables de las cosas que podrían salir mal. Llevar esa voz a un lugar donde no haga daño.
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