jueves, abril 06, 2017

Mis preciosos momentos de oscuridad, maestros y pesado collar de cuentas de obsidiana donde no percibo tus ojos brillantes por ninguna parte y sin embargo el cielo se inunda de estrellas. Dónde estás cuando me siento débil, donde estás cuando la sala de urgencias se inunda con mis lágrimas?
Y sin embargo tu silueta vacía me ha enseñado a pelear como guerrera solitaria, a golpear con mi propia fuerza. 
Palabras huecas como una caja, un sonido que olvidas rápidamente porque no resuena con ninguna de tus cuerdas. Siempre me pones a prueba en momentos de crisis, enunciados sobre amor, libertad, principios y finales. 

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