martes, abril 18, 2017

Me comí tu queso mientras dormías. Te escuchaba roncar mientras daba mordiditas a las lonchas de tu gouda de súper con cierta sensación de culpa. Los gatos campaban en tu lugar del sillón, que cuando no estás parece gustarles mucho. Mi día es extraño, como cuando haces una pintura y primero pones los contrastes para luego cubrirlos con veladuras de pintura, así veo mi tristeza a veces. Me pregunto si es la sucesión lógica de la ansiedad o si solo es la ansiedad bajo el efecto del alprazolam, bajo la veladura y el suave color de esta medicina. Hoy dibujaba una señora vestida con un estampado de flores amarillas y el fondo era azul grisoso, y las rayas y los perfiles son los típicos que dibujas cuando estás cansado a las últimas horas del día, líneas cansadas como mi pobre cabeza eléctrica. Como cuando llevas 4 o 5 meses de intensa pelea y los monstruos siguen saliendo por las coladeras.

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