viernes, julio 15, 2011


Estoy en mis últimos 2 minutos de beca.
Hoy vino mi jefe para comenzar con las actualizaciones y se le ha ocurrido preguntarme si voy a venir la próxima semana. No, este es mi último día.
El es la persona que usualmente más me regaña, por eso me ha sorprendido que me agradezca mi entuciasmo y curiosidad, dice que me echará en falta, en verdad es una sorpresa.
Terminar la beca me significa quedar a la deriva, saltar al vacío, ese lugar donde siento, me rodea una oscuridad absoluta, donde no distingues ni tus manos. No sé si caeré en un lugar seguro. He tenido miedo en tantas fases tan diferentes de mi vida, que quizá la anticipación me ha dejado agotada y vacía de miedo, talvez solo me he acostumbrado y el miedo solo se me presenta fuerte fuerte en contados momentos. No puedo hacer nada al respecto. ¿Para qué sufrir? Mejor disfrutar de la caída como si de un parque de diversiones se tratase.

pd. Para no perder costumbre, mi compañera ha llegado tarde al cambio de turno, incluso mi último día jaja.

No hay comentarios.: