martes, octubre 05, 2010

imagen: Guy Bourdin (mi fotógrafo favorito ever!)




¿Sabes qué es lo más terriblemente difícil y a su vez maravilloso de la vida?, que nada es para siempre. Ni el amor, ni los padres, ni la vida ni el dolor ni la alegría ni las circunstancias. Es bonito pensar que el amor de los padres es para siempre y que siempre van a estar ahi, nuestros cuerpos tienen fecha de caducidad, pero de alguna forma creo que existe algo mucho más profundo a que el amor de un padre o una madre se reduzca unicamente a un simple pedazo de carne. Alguna vez le lloraba a mi mamá porque estaba en mis primeros años en Barcelona y me sentía realmente sola y confundida, le dije que no sabía dónde estaba mi hogar, a dónde pertenecer, que me sentía como un barco perdido. Ella me dijo que siempre le pertenecería a ella porque había salido de su cuerpo y que siempre encontraría un hogar ahi, que su amor sería para siempre, aún en la vida y aún después de la muerte.

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