jueves, junio 10, 2010


Ya por la madrugada miraba con desesperación y odio el maldito teléfono. Al mismo tiempo me sentía estúpida de tener tan poco control de mi química emocional interna como para dejarme perder la cabeza por que no me dieras las buenas noches aquel día.
No pude dormir

Te llamé hecha una fiera al día siguiente, te dije cosas feas y me replegué para dentro porque sentí mi terrible y expansivo amor asfixiarte mas que nunca. Me dije, jamás vuelvas a decirle que le quieres , guárdate ese amor/vortex/amor/vortex/amor para ti sola a que implote desolado en tu interior.

No había día que no deseara un manual para las relaciones largas, porque nos hablan mucho del enamoramiento y cómo manejar posibles situaciones pero nunca nos hablan de las cosas que pasan cuando compartes tantos años con una persona, nunca te hablan de los millones de personas en los que evolucionas a lo largo de esos años.

Y la pregunta que terriblemente me ha invadido invariablemente la cabeza, es cómo saber si ese alguien resultante que a su vez ha evolucionado tantísimas veces sigue siendo compatible con ese "yo" mutante de ese momento...

Alguien el otro día me dijo algo interesante sobre su propia relación de 11 años!.
No es que no sea compatible, esque es muchísimo más compatible que nunca porque no solo ha evolucionado en otra persona, sino que han evolucionado juntos y eso les acerca intimamente hasta el infinito, es algo que nadie podrá quitarte, algo que únicamente puede ser tuyo. Se describía como una persona profundamente empapada de amor por su pareja, pero dice que no de esa forma boba del principio. "imagínate" dice "durar en esa intensa y extraña etapa de pajarerío eternamente... quien sabe si funcionaría, sería terrible y aburridísima". Habla de su relación como un enorme y pesado barco que a su vez pone suelo sólido bajo sus pies. Y extrañamente por primera vez desde hacía mucho tiempo me hace sentir tranquila.
Quisiera no sentir celos, quisiera no hacer tantas preguntas ni tener una imagen tan fija y estática sobre lo que debería y no debería ser amar y ser amado. Recientemente había decidido abrirme a que recibir la realidad tal como viniera, dentro de las grandes limitaciones de mi propio autocontrol.

Me invito a mirar para afuera y todas esas sombras de historias sobre infidelidades y prostitutas ( el largo compendio construido por la generación de nuestros padres) es como ese terrible hilo que me engrapa los párpados, no mires afuera, no te atrevas, te vas a morir del susto.

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