martes, abril 27, 2010


Se fue la luz y con ella había desaparecido el trabajo de toda la mañana, la mujer se dirige a mi, con esperanza, con el gesto inyectado de espectativas. Me pregunta que qué pasa y con la misma cara de estudiante becado sin entrenamiento o capacitación le digo que sé exactamente lo mismo que sabe ella, y se le dobla la boca en un gesto entre asco y desdén para acribillarme con más preguntas, las mismas preguntas que su frustración le piden que formule, resuélveme resuélveme! gritan sus ojos.
No va a saberlo ahora, no va a saberlo nunca, la compañía eléctrica también tiene fallos aqui, el implacable sistema de congelación de las computadoras de la escuela es simplemente implacable y nada de lo que haya guardado (si aún en el escritorio) permanecerá ahi, porque se quejó de los virus y los virus se han terminado, los virus y sus virulentos escritos.
Pobre gente dice, como si hablara de los supervivientes de un terremoto o algo así.

No hay comentarios.: