viernes, febrero 26, 2010

Horas bajas

Hace ya bastantes años que no me había sentido tan triste. Esto extrañamente me conectó con esos dos años que quise a F y que han sido los peores de mi vida.
Decidí que es momento de orear las viejas cartas, porque son horribles y en algún momento llegaron a ser muy poderosas. Hoy las recuerdo, para recordarme a mi misma que no quiero estar ahi y que talvez en ese entonces incluso tenía muchas más razones para estar triste, y que ahora no son ni siquiera comparables.

Las cartas.

F y yo teníamos "algo raro", para mi "algo raro" era bueno porque soy muy inestable y por mi inestabilidad me cuesta tomar compromisos, a su vez no me gusta la gente de cerca y nunca nunca nunca pensé que realmente llegara la fecha en la que fuera capaz de superar mis contradicciones y tener algo moderadamente normal, "algo raro" era perfecto.
"Algo raro" se convirtió en "demasiado raro" cuando él se enamoró por internet. Yo quería irme a Holanda a estudiar en la Design Academy y estaba haciendo un portafolio. El me convenció que me quedara en esta ciudad.
Lo de él con ella se volvió demasiado intenso, lo mio con él también lo era, no en un sentido amoroso aparentemente pero si en un sentido de amistad. Nunca había tenido un amigo tan cercano con el que hubiera compartido tantas cosas, lo compartíamos todo, me mude a su casa.

Traía cositas pendientes de mi vida en México, hay cosas de mi misma que no comprendo y que no se menajar y que yo pensaba que ya estaban bajo control pero que talvez no lo estan.

Al final de esa historia, supongo que todos acabamos mintiendo. El se mentía a si mismo pensando que no pasaba nada, yo no le contaba a ella que lo quería porque pensaba que talvez con el tiempo todo desaparecería además que ni siquiera podía explicarme a mi misma qué era lo que estaba pasando y ella le mentía a él inventando historias rarísimas para alejarlo de mi, en el fondo, supongo que los tres teníamos nuestra larga y pisable cola de locura.

Después de la última carta, decidí dejar de hablarle y me sentí totalmente destrozada porque era mi mejor amigo, era la persona que yo quería y toda mi vida estaba inundada de él.
Alguien me dijo que era una cosa muy positiva, porque cuando se destruye un modelo de vida tan radicalmente se abre un abanico infinito de posibilidades para reconstruirlo y diseñar algo nuevo. Me sentí contenta, me sentí positiva y decidí tirarle a las estrellas en vez de quedarme tirada y llené mi vida vacía de cosas bellas que me hacían feliz y mi vida se volvió bella y feliz.

Y henos aqui otra vez, pero sin razón aparente.

Analizo todas mis estrategias, todos mis recursos, esos lugares lindos donde soy feliz, donde estoy cómoda conmigo. No te preocupes me digo, no te preocupes, solo déjate ir, como dejas ir este par de cartas venenosas.

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