martes, octubre 20, 2009




imagen: sams-place.net

Alguna vez recuerdo haber estado sentadita en mi pupitre de madera falsa mirando por la ventana en este lugar mitad selva mitad granja pensando.. Me preguntaba cuál sería la razón de la linealidad en nuestra vida de pueblerinos miraba a esa gente que conocía de toda la vida, a esas estructuras de piedra que siempre habían estado ahi. Yo me imaginaba como una aventurera, ni un solo día soñé con casarme o una familia, soñaba con lugares exóticos, con disfrutar el placer de tener la vida llena de desconocidos. Soñaba como solo puede soñar esa planta que lleva sus raíces a todas partes.
De repente se me olvida y de repente recuerdo que alguna vez existió ese lugar donde el tiempo no cambiaba, donde estaba la misma gente y no existía otra relación que no fuera la de hermanos. Era una casa tan pesada, una casa que se te monta encima y cuyo fantasma te persigue para siempre.
Mis amigos y mis conocidos se estan casando. No me veo para nada en esa vida, no se si sea triste pero nunca he encontrado maravilla en buscar una vida familiar y estable. A veces, cuando acude a mi la parte calamitosa de la aventura, me doy cuenta que también necesito cierta estabilidad, cierto peso pues mi casa ahora mismo es una mera estrcutura imaginaria que en realidad no esta ahi. Nos hemos convertido en este par de nómadas y lo más parecido a hogar que conozco eres tú, mi conejo y las largas cartas que envío a mi mamá o mi hermano.
Que lejano se ve todo ahora, como si la vida pudiera dividirse en dos polaridades opuestas que se muerden y a veces tienen encontronazos violentos entre si.

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