voy cargando el carrito del super por la cuesta que lleva a nuestra casa y se me ocurre una lista de cosas por las cuales podría estar cansada, me imagino un montón de composiciónes en papel para embalar de dos metros por cincuenta y la respuesta para finalmente encontrarle un uso genial a la pintura, le doy unas cuantas vueltas a las posibles y retorcidas variaciones que podría tomar mi vida cuando termine la escuela y finalizo agonizando bajo aquel enorme fajo de hojas desordenadas y sin nombre que se dice, es mi animación.. comienzo a odiarla.
1 comentario:
Ha de ser porque ya mero la acabas, no? siempre me pasa con mis proyectos, los bocetos me encantan porque todavía no tienen la forma final, todavía puedes decir: "esta parte va a quedar mejor" ni sabes como pero la posibilidad está ahí. Y al final hay una especie de miedo por ver el proyecto finalizado, ahí es cuando me empieza a atacar la hueva, la decidia y no quiero trabajar más; al final si logro vencer esto acabo satisfecho y me encanta, 3 semanas después lo odio de nuevo.
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