viernes, diciembre 26, 2008


me gusta la pintura que se somete al dibujo en general, nunca he sido demasiado del gusto popular y acostumbrada a las críticas amargosas acaban por pasarme molestas como los imbéciles mayates que se estrellan sobre tu cara pero finalmente ligeros, te sacudes un poquito y ya se te olvidó.

Hubo una exposición alguna vez donde la estrellita a pesar de tener una técnica muy por encima de la mia, decidió copiarme mi sencillo cuadro. Y me sentí aplastada e iracunda pues me condujo por caminitos truculentos por puro placer retorcido. Siempre amaré el dibujo, la pintura me causa sentimientos ambiguos pero a veces tambien la quiero (mas discretamente).

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