había unos cuantos paquetitos de condones abiertos en el baño que no me había importado esconder ni mucho menos, era el día del cumpleaños y mi mamá pasó demasiado tiempo jugando tenis cuando yo era pequeña, nunca aprendí que esas cosas debían esconderse.
llegó la familia en una ola de alcoholismo y risas y los primos se congregaron alrededor del bote de basura con el impío contenido.
la mas grande se me acerca y dice en voz de esas bajitas en secreto pero como uno de esos piquetes de mosquito en lugares imposibles de razcar: "ahora ya se porque estas tan contenta", "esta otra vez anda en tachas", pensaba yo pero entonces me dijo que habían examinado mi basura y se había entablado un debate acerca de ella en el piso de arriba, pero que no me preocupara, que ella era muy discreta y jamás jamás le diría a mi mamá, yo pensaba que mi mamá era una buena jugadora de tenis y esas tonterías se le resbalaban por completo de la cabeza pero si sentía cómo se me subía la sangre a la mía por el hecho que esta mujer nunca para y que ahora se sentía poseedora de algún secreto personal y que no me interesaba en absoluto entablar ningún tipo de complicidad o cualquiera de esas cosas.
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