En todas las historias es protagonista, lo hace todo bien, patina como profesional sobre hielo, toca un chingo de instrumentos, es super limpia, super guapa, toma mucho café, delgadez extrema... ¿porque dicen que cuando la gente se pone triste solo baja de peso?... A mi me pasa al contrario, un rostro redondo en mi contexto es sinónimo de tristeza, es como si mi cuerpo en afán de abrazarse a si mismo se esponjase en una especie de implosión adiposa a modo de supernova, no soy sexy cuando soy melancólica jeje. Continúo. Es una serie de anécdotas en las que siempre esta sufriendo accidentes, que se rompe la muñeca, que se entierra un cuchillo en la mano, que se electrocuta con unos cables en la espalda y le quedan quemaduras de tercer grado. Una vez Malala me contó una historia bastante tétrica que rompe cualquier idea romántica que podría haber cabido en mi imaginario personal, pese a que en general las quemaduras tampoco me han parecido muy sexys que digamos, nunca. La historia era de un señor de Chiapas que le calló un cable de electricidad a la mitad del pecho y le quedó un agujero que dejaba ver todos sus órganos, al pobre hombre no sabían con quien mandarlo, dice que sobrevivió como un mes el pobre y que todos deseaban que ya muriera, pobre hombre. Regresando al otro tema el blog esta plagado de accidentes, donde la autodestrucción y las heridas físicas estan íntimamente ligadas al afecto y a la protección. Es triste, alguna vez compartí esta asociación de ideas el suficiente tiempo para saber que alguien que piensa así siempre estará haciéndose daño a si mismo para sentirse más amado.
Se siente amada en sus historias, y siento una extraña fascinasión al contemplar un despliegue muy descarado pero por lo mismo muy honesto de todas sus egonecesidades... El mundo real, su mundo real es muy aburrido, es triste e inflexible... internet se estira mucho y se moldea y esto le fascina, escribe practicamente una historia diaria, me gusta leerlas todas, siento ternura, me siento protectora de alguna manera.