tom había muerto envenenado cuando yo tenía 7 años.
lloramos mucho con el gatito en la caja.
no hicimos nuestras tareas.
mi mamá muy empática nos compró cositas de papelería para mitigar nuestro dolor.
siempre pense que julia era bruja, justo ese día se presenta en la noche.
y como adultos desesperados que no saben como explicar la muerte mas allá de ausencia y presencia, no saben explicar el dolor y la enfermedad, se conforman con el dulce confort de sustituir.
julia llegó como sustituto.
nosotros no queríamos tanto a tom, solo que cuando eres chico en verdad entiendes muy poco de la muerte y esos conceptos y solo lloras porque no sabes hacer otra cosa.
dicen que es el gato más feo del mundo.
por mi parte es difícil pensar en alguna otra criatura tan aferrada a la vida y tan afectuosa a su modo como lo es ella, no existe otro gato.
en esta vida a veces hay personajes que simplemente no se pueden olvidar