los romanticos vivían en un infierno dantesco, con la cara estirada hacia el pasado, incapaces de mirar hacia delante.
le temo al pasado. ultimamente lo miro y se me enroscan los dedos en cascabeles nerviosos, campanas como de catedral. se me trepa un hombre pulpo a la cara o algo similar, yo no soy romántica, a mi se me estira la cara hacia delante porque soy incapaz de mirar al pasado.
y considero este momento un punto de inflexión en mi cronología personal, en ese pequeño album que de vez en cuando gustaba de abrir y contar una que otra historia. lo veo como páginas ajenas, totalmente separadas la una de la otra, de colores discordantes entre si. me quedan cositas que han sobrevivido a mi ego desplegable, a toda esa carnicería personal y privada.