Saqué mi bicicleta como una loca, no supe hacia donde iba, solo ir, moverse, salir corriendo.

me pare por ahi y compre una libreta de un euro.

no sabía cuando iba a volver a poder pagarme una comida.

ahora mis pantalones me quedan un poco grandes, extraño poder cocinar libremente, extraño una cama propia, un cuarto.

estoy agradecida de tener un techo donde dormir, de tener amigos que te brindan todo lo que tienen con los brazos abiertos, no tienen idea de que tan agradecida estoy.

estoy cansada también. me he mudado unas dos veces por año excepto en casa de los de león. ya son 3 los caseros locos con los que me topo.

al llegar aqui escribía la segunda libreta

voy en la 8

de repente en los tiempos de crisis, sé que me refugio en todos esos libros, luis dice que soy emo porque necesito escribir mis sentimientos para sentirme mejor, estoy tan cansada.

ya son 5 años

logre entrar a mi escuela, a ratos siento que le vendí mi alma al diablo así como le he vendido mi alma a la telefónica, al banco y a todas esas cosas.

dicen que idealizo mi casa porque cuando me fui tenía una rabia terrible y necesitaba salir.

ayer corrí a mi libreta nueva, tengo tantas cosas que decir, conforme pasan las horas siento mi tristeza y mi rabia un poco débiles, me siento mejor, a veces recuerdo y vuelve todo ese torrente de cosas.

bien inmadura, hay veces en que quisiera salir corriendo a los brazos de mi mamá.

mi mamá no esta aqui, esta luis, esta jimena y regina y eso es muchísimo.

ha pasado un montón de tiempo, no me reconozco en esa vida de antes, sin embargo la extraño.

mi hermano dice que tengo la peor suerte del mundo, que ambos la tenemos.

siempre he pensado que los dos estamos en ese punto de extremos en que son las cosas mas horribles o las mas bellas.

he escuchado miles de veces de gente que quiere largarse de méxico, de su casa, yo quería largarme. y es que talvez es simple naturaleza el querer escapar de cualquier cosa, que talvez el mundo no sé si lo haya sido antes pero seguro que no lo es ahora un lugar amistoso. pienso en la ciudad como un verdadero depredador, me preguntó como hasta ahora no habré perdido ciertas cosas valiosas que se pierden cuando uno se vuelve duro, cómo habré pasado todo este tiempo siguiendo siendo yo, que todavía soy ingenua, que todavía permanece la sonrisa sobre mi cara. ahora mismo no sonrío, pero insisto en que tuve suerte y simplemente me estoy dejando abatir por el instante, si tengo un chingo de suerte, podría seguir en la calle perfectamente, podría seguir teniendo frío, podría estar completamente sola y no lo estoy...

son solo cuestiones de espacio, cuestiones de erosiones que han acabado por menguar mi voluntad, mi propio caracter terco y gritón, ya no discute demasiado, puedo dar el avión ahora. soy un poco mas como los demas.

imagen: wednesdaylain