lunes, agosto 13, 2007


El mundo esta vacío, todos han muerto.

Se escucha como pasos de soldado el tictac de todos los millones de segunderos que han habido en este cuarto. El golpeteo inunda cada espacio vacío de sonido.

Arriba, las chanclitas blancas arrastrandose, ausentes de horario, simplemente como algún recuerdo de antiguas piernas, antigua vida y antiguos verdaderos pasos arrastrandose por la duela.

Se siente un hueco en el sitio de al lado, pero aún así se percibe una leve respiración sin dueño.

Tú, que solías ser un vampiro, dejaste solo tu sombra, leve se desliza y me abraza, con voz acariciante dice:

-Tú no eres de aqui.

Lo se lo se lo se, se repite muchas veces, pero un llanto lejano y desconsolado me despegaba de la cama. Tu sombra seguía ahi, de repente me sentí la última mujer del planeta, con todos esos ecos, con todas esas excusas para preocuparse, que triste es cuando se tiene un vampiro a quien extrañar.

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