jueves, agosto 03, 2006

Crónicas defeñas 4


Montavlo es gordo y feo. Tiene una vocecita suave que a veces me hace percibirlo medio homosexual. Siempre llega tarde y el año pasado a Malala y a mi nos hizo esperarlo al menos dos horas.
Abrio la puerta y sonriente hizo como que no pasaba nada.
La semana pasada a Diego y a mi nos hizo esperarlo una y media y encima de que tenía que esperarlo, como la piedra del Pípila cargaba con los reprocehsw constantes de mi hermano.
Abre la puerta re sonriente otra vez, yo no digo nada, porque al hombre le vale madres y si no consigo nada, si pierdo mucho con la cantidad de sustancias que segregan algunos de mis órganos.
Otra vez me dan la condenada dieta del huevo revuelto y las salchichas y me derrumbo en su escritorio diciendole que es una crueldad que me deje comiendo tanta carne por cinco semanas. él suelta una risita incómoda e imprime.
Mi colesterol, mi tiroides, nananana, la cantaleta de porque no debo comer huevo y tanta carne.
Quesque si la sigo chido si bajana todas esas cosas, pero mi escepticismo no es gratuito. Lo más que consigo es una cita para la próxima semana, hoy y aunque me revelé y no comi casi grasa, ayer tampoco bebi los 3 litros de agua de rigor porque si en esta ciudad he aprendido algo, es que los baños públicos siempre estan sucios.

No hay comentarios.: