D y griego

Me gustaba leer al wey del blog porque iba en mi facultad y tenía un perfil gracioso. No me gustaba tanto lo que escribía pero sí me gustaban sus dibujos. Siempre me pregunte que tendrían en su cerebro los hiperrealistas que de repente un día reproduces lo que tus ojos miran con tanta exactitud. Le admiro eso. Coincidimos en proyectos un año esta clase larguísima de 4 horas seguidas de video artistas y cositas. A la mitad la gente solía ir a la cafetería le pregunte sí íbamos por un café. Me dijo que tenía cosas que hacer en el laboratorio y no se qué. Cuando baje me lo encontré en la cafetería con otras personas y como soy un ser rencoroso ya no intenté ser más su amiga.

Un año después se presenta en la inauguración de la expo como sí nos conociéramos o algo. No lo entendí.  

Hace un par de semanas llega viaja D de visita y no dice nada. Las dos situaciones son idénticas. Como puede ser que cuando hay fiestas, contactos y eventos importantes todo el mundo quiere ser tu amigo pero cuando eres el simple estudiante que baja por el café al bar de la escuela no te saluda ni en el pasillo. No entiendo a estos personajes parasitarios y pensaba que de todos mis años de vida no tengo un sólo amigo cercano que sea de esos. Me pregunto sí estos parásitos tendrán mejores amigos.

No te sientas mal me dice T, ya sabes que D. Es un mamón, una diva. Pero a el sí le habla. Me da risa pensar que talvez D ha perdido la fe en mi porvenir artístico.