En el Malecón, al hombre joven se le desbordan las palabras de amor por su Helena, una doctora según dicen muy guapa como casi todas las niñas de Guanajuato. Aquel hombre que no me atrae, me hace sentir envidiosa de aquella mujer, ni la conozco, ni lo conozco a él pero en mi humilde envoltorio y mi humilde contenido jamás habría imaginado despertar sentimientos tan fuertes y desbordados en ninguna criatura.
Mientras tanto, su mejor amigo en quien deposito mi amor habla con mi mejor amiga en quien deposita su amor y ahi acaba la tragedia. Posiblemente no exista mayor don que el talento de despertar sentimientos, remover las entrañas humanas.
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