lunes, agosto 22, 2011


oda a mi ingenuidad estúpida.




si si, rodaron las palabras que eran verdes cuentas de las que se te enredan en el cuello.
fuimos, disfrutamos y parecía como si tú no fueras tú y yo no fuera yo.
debajo de tu vestido hay un aguijón envenenado que me ha matado la sonrisa.
no me importa pues este gesto no era mío, era nuevo y no nací con él, te diría que puedes matarlo cuantas veces quieras, pero puede ser que tú sigas siendo tú y aunque yo sigo siendo yo tú y yo ya no somos "tú y yo" y por ende esta sonrisa ya no es ni un poco tuya, puedes matármela como el señor incómodo que no fue invitado pero ya no te la comparto, nada nada.





No hay comentarios.: