lunes, enero 31, 2011


Hace unos meses mi madrina me dijo que tenía la piel muy reseca y que en pocos años mi cara parecería un huerto a medio arar. El otro día que no se exactamente porqué amanezco con las arrugas mucho más marcadas que cuando me acuesto (será que tengo una vida onírica muy intensa), tengo repentinos sentimientos ambiguos. Me gusta pensar que las lineas que se me marcan son esas que estan arriba de las cejas, me gusta pensar que talvez por mi mala memoria y mi perpetua ingenuidad que nunca acabo de sorprenderme de todo. Así como cuando aparece una cana, que primero reluzco orgullosa para luego terminar arrancando en un ataque de ansiedad, que más da, si a penas es una o dos, que más da si la arranco. Y recuerdo que soñé con este momento desde que era niña y me gustaba la idea de ser dueña de mi vida y construir una especie de viaje donde el aprendizaje y la sorpresa dictaran el rumbo. Ahi andamos, no hay que sentir miedo entonces.

1 comentario:

gabilalara dijo...

soy la fan numero uno de estos dibujos!