Imagen: Hans Hemmert


Una vez una profesora tras descubrir sorprendida que yo no era informática me preguntó, "¿entonces qué haces aqui?". Me hice esa pregunta un par de veces y se la hice a mis compañeros becarios también, los cuales tampoco sabían cómo contestar.
Hoy he descubierto la bella escencia de mi trabajo.
El ser humano es esta criatura escencialmente cinética, ese canal abierto que necesita que tanto la materia como la energía pasen a través de él, si alguna de las dos cosas se demorara en salir, entonces se enfermaría y luego moriría. Este patrón se repite en sus sistemas de comunicación, el ser humano necesita hablar, necesita expresar lo que siente de algún modo. Y como Donald Norman bien lo explicaba en su libro del diseño emocional, es aqui donde entra el conflicto entre hombre y tecnología.
Las computadoras, impresoras y todos estos aparatos ahora muy domesticados, siguen siendo salvajes y hostiles para la mayoría de nosotros, la tecnología es mucho menos interactiva de lo que a nosotros nos gustaría y la escencia de este problema es que precisamente el hombre necesita desahogar y comunicar su frustración con esta hostilidad. ¿Porqué insistimos en gritar a un monitor o una impresora o una computadora cuando sabemos perfectamente que no nos puede oir y que realmente no conseguimos nada con hacerlo?, pues simplemente porque tenemos que hacerlo, lo necesitamos y cuando lo hacemos nos sentimos mejor.
He aqui donde esta la escencia de mi trabajo, porque en este proceso catártico nos resultaría mucho más consolador que la computadora pidiera disculpas o dijera que nunca más lo volverá a hacer, pero con sus gestos plásticos y fríos, no hay muestra de conmoción alguna.
Hoy llegó esta mujer, la pelirroja (como dirían aqui) de los cojones que nunca me deja en paz y nos sumerge en un nada agradable gritadero porque ha intentado imprimir una cosa seis veces a doble cara y le ha salido a una cara 12 veces. Y me grita que la impresora esta descompuesta y que qué verguenza mi trabajo, que una mierda y no se cuantas cosas. Le comento (porque odio gritar) que soy estudiante como ella y que la impresora no esta descompuesta, que lo más probable es que ella haya tenido un error de configuración a la hora de imprimir. Y me sigue gritando fuera de si, que ella trabaja de cara al público y que no entiende porqué tiene que pagar un error tecnológico cuando en su trabajo las impresiones le salen perfectas. Entonces también se me sube la sangre a la cabeza (momento que odio y que en verdad siempre deseo evitar) y le digo ya muy subido de tono, que entiendo su frustración porque la interfase de las impresoras es muy hostil pero que es un problema suyo, no de la impresora. Entonces me sigue gritando y le digo que ya se calle que haga lo que quiera pero que se desaparezca de mi vista y me dice que quiere seguir imprimiendo.
Bueno reyna, imprime pero deja de joderme el día, y me quedo toda desencajada y temblando, justo la razón por la cual no me gusta gritar.
Y se va.
Unos momentos después de la impresora comienzan a salir las impresiones justo como ella las quería, seis a doble cara. Y regresa con la cola entre las patas diciendo que no sabe cómo pasó pero su documento estaba desconfigurado (pero ya me vaciaste el infierno, ya me llamaste incompetente y encima idiota porque no es posible que tú te equivoques) y balbucea unas pequeñitas frases en tono dulce. Yo le enseño los dientes y la miro con párpados a media hasta... Pelirroja salida del infierno, encima deseas que me ría de tus chistes. Absolutamente no.

Así que jóvenes, es verdad que a veces las cosas se descomponen y salen mal, pero una de las ventajas y desventajas del ser humano respecto a la máquina es que tiene más capacidad de cometer errores y virages en sus decisiones, así que si por algún motivo en photoshop no pueden dibujar o no los deja hacer nada lo más probable es que más allá de que photoshop se haya vuelto loco o la computadora confabule algún plan malvado en tu contra, lo más probable es que el error sea fruto de tu propia estupidez, así que deja de buscar a otro pobre ser humano para vaciarle tu desecho y acepta tu responsabilidad, naturalmente no eres una criatura familiarizada con la tecnología.