sábado, abril 11, 2009


de repente solo quisiera encontrar el botón de pausa, inventar uno si no.
recuerdo que apagaba las velitas de mi cumpleaños número trece, lo decoramos entre las dos y escribimos encima "solo falta un año" porque siempre creímos que el 14 era un número de buena suerte, al menos en cuanto a años. Pasaron los catorce y nos quedamos sin afirmaciones ciertas, únicamente decidiosas, esépticas e inseguras. Quiero un número de la suerte, quisiera un mapa trazado con colorcitos que me diga qué es lo que será de mi vida ahora, quiero los planos de mi casa ideal, imagenes de mi misma en un futuro lejano lejano, de esos que no se tocan porque son tan distantes.
Me encuentro en un momento tan paralizante, como si la realidad fuera una escopeta cargada, apuntando justo a la mitad de la frente.

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