domingo, septiembre 17, 2006

Todavía recuerdo aquellos días en que él era mi cómplice en todo, juntos no existía humor más ácido ni compañía más suave. Hoy me desperté pensando en que tanto lo echo de menos y que a pesar de lo que todos digan me aterra la idea de que las cosas hayan cambiado para siempre y que al final sea como mi papá con sus hermanos o como cualquiera… Al final perdí mi sitio con él, porque la compañía ya no es suave ni cómoda y a veces siento esa hostilidad que dirigíamos al mundo que estuviera ajeno a nosotros, solo ahora la siento dirigida a mi. A veces, me aterra ser tan ajena a él.
No sé si fui yo, no se si al final este año que fue tan difícil para él finalmente le hayan pisoteado tanto el espíritu que ahora sea totalmente irreconocible para mi, ya no existen ni puertitas ni ventanas que aunque antes eran pequeñitas, podía mirar a través de ellas y a veces tocarlas, siempre sentí que incluso había una puerta especial para mi y ahora no hay nada, no hay accesos y solo quedan espinas. Me da miedo haberlo abandonado, ahora no sé como acercarme sin que me lastime, odio esta fragilidad extrema hacia la gente que quiero, pero también odio ver como poquito a poquito lo voy perdiendo, odio sentir que todo depende de mi y que si hay una distancia kilométrica entre los dos a él ni le va ni le viene y que solo a mi me duelen ese tipo de cosas. Es el primer cumpleaños que no me llama ni me escribe y siento que me cuarteo por dentro.
El primer año me escribía casi todos los días con chistecitos elaborados de un humor inteligente que no he vuelto a encontrar y aunque estaba mas sola que un perro, siempre estaba ese ratito del día en que podía reirme de nuevo… Todas esas veces que me cai y que estaba tan en el fondo, siempre estaba ahí cuidando de mi a su manera y así sin preguntar, sin juzgar, siempre estaba ahí solo compartiendo ese placer por la comida y las cosas dulces. Ya no me comparte nada y sé muy poco de su vida, aquellos chistes que normalmente solo comparte con la gente de la familia o aquellos con quienes siente confianza, ya no los comparte conmigo, no puedo hacer nada, el cariño y la confianza es algo que se da sin pedirlo y a la fuerza ni los zapatos entran, es solo que hoy me sentí profundamente triste.

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