lunes, junio 19, 2006

de repente paso mucho tiempo sola

Hay ocasiones en que mi cuerpo es demasiado pequeño para el mal humor que a veces parece invadirme completamente, como si el mal humor fuera una sustancia segregada por esas glándulas que no se sabe ni para que sirven.
En el momento en que estar dentro de mi cabeza es incómodo, es donde me doy cuenta que estoy alcanzando un límite, en el momento en que le contesto horrible a J, es cuando agarro la bicicleta y me voy por ahi solo para hacer un poco de ejercicio y agotar mi mente.
Después de 9 meses de haber retomado la bicicleta finalmente puedo pedalear de pie, es curioso pero todas las mujeres que he visto o casi todas pedalean sentadas, será que no conozco todos los secretos de mi fisionomía?... Si uno va re rápido cuando va de pie.
Me gusta meterme a ver ilustraciones en un edificio lleno de libros y de música, no conozco a nadie que no le guste estar ahi, es el consumismo de la forma más dulce y cómoda que conozco... En los libros de ilustración me gusta observar los dibujos y descomponer los colores, intentar descubrir como fueron pintados y aprender de ello, después inconscientemente sigo buscando cuentos, La bailarina de Izu, estoy leyendo ahora mismo, me encantan los autores orientales y estaba picadísima en esta historia de Kaoru la bailarina que le gustaba tocar los tambores :), hace mucho que no toco... no estoy segura de que vuelva a tocar otra vez y esto me pone un poco triste. Sigo buscando cuentos... es una especie de vicio.
Y ahora me siento más tranquila, aqui el día es super largo y se nota en el estado de ánimo. En el invierno la noche cae por las 4 de la tarde y hace un frío horrible todo el día, bufandas todo el tiempo, abrigos y un montón de ropa encima, con mi estatura seguro doy risa, los abrigos siempre me quedan enormes, pero al comprar zapatos siempre me quedan los de los niños que son más baratos y más bonitos. Durante todo el día me asaltan 3 pensamientos, el primero y el cual no reprimo es que ya pronto regreso a México, pienso en esto y sonrío tanto... creo que es el primer año que sonrío muchísimo. El segundo intento que no salte más de dos veces, es un pensamiento malvado y es que en mi cabeza tengo interminables pláticas con F donde le digo lo poco que no pude decirle, me gusta pensar que le digo lo que se merece y que éste me escucha, que sin sentido, sé que hay cosas que acaban sin resolverse y es un pensamiento que ya me cansé de tener, cada vez que salga intento reirme de mi ingenuidad y dejarlo pasar. El tercero me hace sonreír también y por eso no lo reprimo, pero me da un poco de sonrojamiento contarlo.

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