Estoy intentando aprender acerca de marcar límites. A veces tengo la impresión de haber sido tres mujeres a lo largo de mi vida, hay algunas relaciones que encajan con la primera o la segunda pero que ya no son las personas que yo buscaría. Otras tantas que estaban ahi por de fault desde que apareci por aquí y que uno nunca se cuestiona la validez del vínculo a travez de los años.
Crecer con abuso emocional y psicológico como norma es difícil. Repetir y repetir eso que te lastima sintiéndote raro cuando por azares del destino te encuentras con un vínculo sano.
Su cara se me ha repetido muchas veces y posiblemente la relación en la que mas ha repercutido su abuso ha sido en la relación conmigo misma. Me tengo que repetir constantemente, convencerme a mi misma que no tengo que ser obediente y sumisa, y simple y llanamente "no me gusta como me tratas y no tengo porqué aguantarlo".
Hay valores en mi imaginario pesados como un templo, la familia, la lealtad, la bondad y el altruismo, el entregarse sin esperar nada a cambio. Y ellos, tan buenos y puros como parecen, han representado inquebrantables carceleros en mi vida, empuñando el látigo de la culpa cuando uno solo debería buscar estar bien física y emocionalmente.
Tantas imágenes que probablemente no se me olviden, tantos chantajes y tantas veces que te elegí por sobre lo que era mejor para mi. Esa mujer a veces se me manifiesta, pidiendo llevar la fiesta en paz, anhelando la pertenencia básica social de una familia. La última, la cínica, la señora que construye las paredes de su casa y una bardita para su jardín se sigue confundiendo entre su casa y la casa del vecino.
Se una buena mujer para ti misma.
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