Después de los antidepresivos veo mi tristeza como se ve a una mascota que no se puede tocar, como un lagarto o una tortuga carnívora. La identifico como se me enreda en el cuerpo y aun cuando me siento mortalmente triste, probablemente prefiero esto a no saber exactamente como me siento. Cuando era joven convertía todas mis lagrimas en melancólicos dibujos, ahora mismo que no adoro dibujar, la mayor parte del tiempo me quedo solo con las lágrimas.
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