Mis preciosos momentos de oscuridad, maestros y pesado collar de cuentas de obsidiana donde no percibo tus ojos brillantes por ninguna parte y sin embargo el cielo se inunda de estrellas. Dónde estás cuando me siento débil, donde estás cuando la sala de urgencias se inunda con mis lágrimas?Y sin embargo tu silueta vacía me ha enseñado a pelear como guerrera solitaria, a golpear con mi propia fuerza.
Palabras huecas como una caja, un sonido que olvidas rápidamente porque no resuena con ninguna de tus cuerdas. Siempre me pones a prueba en momentos de crisis, enunciados sobre amor, libertad, principios y finales.
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