Utilizaste las palabras perfectas para convencerme a venir en este viaje, las recuerdo todavía, me dijiste, ya no estás para aprender, estas para enseñar y cosechar lo aprendido. De alguna forma como si fuera alguna especie de hechizo me hizo sentir que hubiera lo que hubiera en ese planeta desconocido, sería capaz de vencer todos los peligros, de vencer mis propias manos temblorosas, de vencer mi propio temor, porque no se puede hablar de valentía sin necesariamente hablar de miedo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario