Confiesa que a veces siente rencor contra g, como sí hubiera sido una especie de maldición porque estaba tan contenta trabajando en la biblioteca. Para ella, no cabe duda alguna sobre la estrecha relación entre la cana de su cabeza y este año pasado, que para ella ha sido el más duro de su vida, tan duro que asegura, le ha acortado considerablemente los años de vida de los que disponía.
Bueno, no es para tanto ¿no? Pero le contesta que ella no se acuerda pero lloraban muchos días a lo que la otra argumenta que su estado natural es el de llorar regularmente, que de hecho lo raro es cuando no llora.
Estamos aquí por tontas dice. La otra se imagina todos los minuciosos planes de empresa de su papá y no sabe sí es que ella es demasiado negativa o sí la otra de plano vive con los pies en el aire.