Porque a veces daba miedo. Y estaba esta persona con los brazos cruzados, sin dejarse tocar los dedos para uno sólo preguntarse. ¿Habré hecho algo mal? Tienes que aprender a recoger esa ansiedad que se alberga como el pozo de alguna bebida, ahí refugiándose en el fondo del estómago como las ratas o cucarachas en las alcantarillas. Cazaré mi monstruo, dejaré ir aquello que amo.
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