un momento en el que se te olvidan las instrucciones sobre cómo escribir un buen cuento. las descripciones excesivas son anticuadas, además que al entrar a la edad adulta, yo creo que uno va disfrutando más del estarse quieto. Cuantas aventuras se le pueden ocurrir a uno en esta quietud.
Por eso Saramago era de mis favoritos, capaz de escribir un libro completo sobre las aventuras de un burócrata.
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