miércoles, agosto 24, 2011


soñé que estaba enamorada de una especie de guerrero extranjero. me decía que tenía que irse y yo escribía "a veces tienes que callar y simplemente apoyar incondicionalmente". Se iba con un compañero.
Nos quedábamos en un terreno protegido de la calle, no había casa, solo afuera era pavimento y dentro era jardín, todo estaba lleno de globos que a su vez eran plantas, la hierva era alta. Queríamos invocar a la lluvia porque el guerrero tenía que cruzar un camino de lava y solo la lluvia podía convertirlo en roca. Decían que las zanahorias tenían una conexión con la lluvia, que era una verdura mágica. Así que nos juntábamos en aquel jardín a pelar zanahorias, la magia se activaba cuando las comías, aparentemente con la electricidad de nuestro cuerpo y lo que tenía esta verdura dentro se podía llamar y dirigir a la lluvia.
En la parte alejada del jardín vivían los animales, una pequeña pantera de la talla de un gato, decían que como era temporada fértil estaba especialmente lleno de animales, así que no nos acercábamos pues podía haber alacranes y víboras.
La lluvia comenzaba a caer, le señalaba hacia donde tenía que llover y la lluvia cambiaba su trayectoria, esperaba que el guerrero pudiera cruzar.

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