pintar tu raya

Cuando descubrí que me habías mentido (otra vez y como mientes a toda la gente que quieres manipular) no es que hubiera llorado, no sentí ni siquiera enojo. Simplemente sé que eres un mentiroso y con los mentirosos hay que tener cuidado.

Hemos descubierto lo terriblemente difícil que es aprender a negociar, que a veces aunque desees que las cosas salgan bien para todos a veces no se puede y hay que aferrarse a un argumento, a tu argumento. De repente puedes cruzarte con uno que otro mentiroso (que ni siquiera detecta que lo es), esa persona que malea la realidad como plastilina de esa forma que al final siempre obtiene lo que quiere. No quiero que saques más de mi.