
El corazón es un órgano tan frágil.
Eras el hombre que amaba las viejas glorias mexicanas, que se regodeaba infinitamente con los éxitos de Enrique Guzmán, coqueto, generoso y amable, solías detectar automáticamente e incluso a lo lejos cualquiera de mis variaciones. Hombre observador y astuto. Lleno de chistes, odiaba los tatuajes y los piercings porque pensaba que se ven vulgares. Le encantaban los placeres del mundo y se entregaba a ellos con absoluta pureza, no eras un hombre de medias tintas. Admirabas a las mujeres de caracter fuerte, no fallaste en tu casa nunca, fuiste un esposo incondicional, i.n.c.o.n.d.i.c.i.o.n.a.l, papá infinitamente amoroso y apasionado, cualquier error que hallas tenido como padre siempre ha sido por amar con infinita pasión a tus hijas. Te recuerdo desde que tengo memoria, estoy triste.
El corazón es un órgano frágil, tú me has roto el mio porque ya no estas aqui.
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