sábado, septiembre 24, 2016

El vicio aquel de cuando me gustaba alguien con novia siempre encontrarla en diferentes mujeres intentando explicarme el porque ellas merecían aquello que yo no. Inevitablemente terminaba sintiendo simpatía, como ese concepto hostil con el que anhelas familiarizarte para no tenerle tanto miedo. Y encontraba su cabello largo y oscuro en fulanita, el pliegue de sus lagrimales en sultanita, su cabello rizado o su cara delgada, ahí estaban ellas, omnipresentes en todas las mujeres de la cuidad, recordándome lo lejanos que son los sueños.

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