miércoles, febrero 09, 2011



A la gente no nos gusta saber que no somos bonitos.
Hay un par de circunstancias que me molestan especialmente y que me hacen sentir de esta manera.
-Cuando me dicen que soy influenciable y débil el momento en el que quiero ser empática y ayudar a otras personas.
-Cuando dentro de ese momento empático doy más de lo que talvez se debería y entonces queda en relieve que efectivamente a veces lo doy todo por ese extraño afan de hacer a ciertas personas felices.

Me pregunta P que qué es lo que me ha orillado a dibujar y le contesto que nací siendo una ilustradora, ilustradora del cúmulo de imágenes e historias que había dentro de mi cabeza pero que por la torpeza de mis manos le era imposible salir a compartirlo con los ojos y posiblemente con los demás. Dice que ya no me parezco a quien solía ser y diciendo que posiblemente me haya vuelto "menos inocente" y que con ello mi trabajo, el cual también ha mutado conjuntamente a mi personalidad ha perdido más de la mitad de la vida que solía tener.
Entonces pregunta que qué es lo que me ha pasado y que ¿cómo es dibujar ahora? y le esgrimo el comentario teñido de desdén que "es un camino solitario y a ciegas. nadie entiende tus decisiones ni lo que quieres lograr y cuando llegas a algo importante, te lo tragas tú sólo y no solo eso, sino que a veces la gente te lo reprocha, porque ya no es bonito". Así, me molesto conmigo misma cuando pido opiniones y luego me enojo porque se me olvida que al mundo ya no le gusta que sea mas fría o más feliz, más académica o que haya perdido los garabatos de la preparatoria y que simplemente no me perdona que haya ganado un poco de serenidad.
Así que cuando sigue preguntando que qué me ha pasado, le digo que vivo atormentada por R, que trabaja a la misma hora que yo pero que actualmente pasa por una racha de depresión que la orilla a veces a pasar de la risa a las lágrimas y cuando le pregunto que ¿qué es lo que le pasa?, me contesta que "es lo que hay" así que ya no le pregunto y ya no me contesta y nos limitamos a sonreírnos de vez en cuando en la mañana porque no hay nada nuevo y supongo que se ha cansado de compartirme sus tristezas porque si "es lo que hay" supongo que no habrá forma de que ya "no lo haya". Así que es eso, confórmese usted porque nunca volveré a ser la misma, actualmente estoy rodeada de personas tristes pero ya no me dejo influir como en el pasado, porque soy más fría y aunque a veces no soy totalmente feliz mi tristeza es la mía y no la de alguien más, ya puedo distanciarme de las cosas, exceptuándolo a usted y a su crítica, que más que reprocharle a usted me reprocho a mi misma el haberla solicitado, he pecado de vanidosa, es la verdad. Pero en realidad no necesito saber una sola cosa buena o mala de mi misma. Las cosas son como son y ninguna etiqueta podrá cambiar ese hecho.