martes, octubre 30, 2007





y mientras desesperadamente intenta sacudirse el azul con aquella canción melancólica de los noventas siente la piel chinita, las ganas de llorar rabiosa totalmente comprimidas en un gesto indiferente, y la cara se reusa deliberadamente a dejarse llevar por el arrebato. Me arrebataron la cara, me arrebataron la respiración. Sin embargo sigue con esa mueca de burócrata incomprendido, tan cuadrada que cabría en una caja de supermecado, en la canastita de la bici talvez. Y podría ser que de vez en cuando las lágrimas fueran pedacitos de algún cristal que se rompio hace mucho dentro de mi, así tan puntiagudo, tan astillado, una lágrima así no puede resbalarse como usualmente se resbalan las lágrimas. Así las guarda, como cuentas de un collar precioso, dentro de sus ojos rehenes de ese sentimentalismo barato de colegiala de quince años. ojos de colegiala la llamaban en la escuela. Habían dicho que hoy era uno de esos días de pelo lacio, así tal cual, día de pelo lacio y mirandose en el espejo descubrió el cabello como una cortina callendo que contrario a lo que ella pensaba, no le favorece, efectivamente, día de pelo lacio (o así se dice para referirse a un mal día)... día pinche, día de pelo lacio, bad hair day (asi le dice otro wey).

1 comentario:

Itachi dijo...

no solo el pelo lacio es malo, que hago si los problemas se esconden en los rizos? no puedo alaciarme el pelo diario y mas si lo quiero dejar largo, asi que a guardar mas problemas! yuju!