Invirtió una mañana entera reprochandose a si misma el porqué había vendido su alma al diablo por un título europeo. El tiempo pasaba bien rápido, no solo le vendió su alma, también su juventud y de repente se encontro a si misma con miles de años encima, en las viejas instalaciones ochenteras y con todo el dolor de saberse siempre un extranjero, porque una vez que vives en otro lugar aquel lugar se queda dentro de ti y estes donde estes, siempre serás solo otro extranjero.
1 comentario:
¿Camus?
Suena bueno.
Saludos!
:D
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