jueves, agosto 23, 2007


La troca submarina se desliza congracia sobre los charcos en nuestro nuevo pueblo inundado, es una nave de resortes que rebota mientras Cuautla se viste de prostituta.

-Si es que eres una sirena, cuentame uno de tus cuentos al oído.

Se acerca y dice quesque las sirenas no cuentan cuentos, eso hacen las madres.

Mi madre me leía cuentos, a ella le encantaban las mil y una noches. Paro de contarmelos muy pronto porque le gustaba eso de diseñar cosas para posteriormente entregarse con vehemencia al negocio de los pasteles. Entre repisas embadurnadas de betún no cabe ningún cuento.

Ya mas grande encontré a Michael Ende y a su espejo en el espejo y encontre una nueva madre.

2 comentarios:

Itachi dijo...

a falta de una madre cuenta-cuentos creo que mi primer acercamiento fue poe despues conoci otra donde menos pense que la encotraria e incluso le pediria que cambiara a blogger...

susanitasaltacharcos dijo...

ahora se porque te gustaba que llegara la noche y sacara ese librote como biblia para contar el siguiente cuento raro y espeso, que cada dia nos daba más curiosidad por seguir y encontrarle fin a esos cuentos entrelazados y entrecortados llenos de magos, hechiceros, princesas astutas y guapas, y principes un poco tontos, pero que divertido era leerte... eso es de lo que mas extraño...