jueves, septiembre 28, 2006

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Para variar llegue tarde, no demasiado. Me siento hasta atrás, Ramón pasa la vista, se detiene en mi y sonríe, le sonrío de vuelta y le saco la lengua. Hacemos equipos y Bea mira hacia atrás, cuando encuentro su mirada ya sabemos lo que significa, es bonito, me gusta trabajar con ella y su presencia es más cómoda que una almohada de pluma de pato. Al final llega Borja y me toca la muñeca, aparto el brazo... Europa se te mete un poquito, no hay tanto contacto físico y asusta en sus asomos espontaneos, se saca un poquito de onda, estoy segura que no lo hizo con esa intención pero es solo un acto reflejo. En la clase hay varios puntos fluorescentes que sonrío cuando los miro, me encanta la familiaridad y cuando empiezas a ponerles nombre a las cosas, cuando a las personas les otorgas nombres especiales, accesos especiales.
Me pregunta que como me salio mi trabajo y le cuento con todo detalle porque él y yo teníamos que vernos reflejados ahi y le gusta la idea, el lunes tiene que presentar un trabajo que hable de mi y me siento curiosa de que será lo que dirá.
El fetiche de Ramón son los pies, el énfasis que pone en sus acercamientos revela toda su fascinación por los pies, es curioso que ultimamente conozco mucha gente que se obsesiona con los pies... porque???, conozco muchos pies feos tambien... de hecho creo que conozco mas pies feos que bonitos... Sigo con la larga fila de trámites a resolver... que miedo.

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