martes, julio 04, 2006

Tortuguita falleció... y me deja un sentimiento de culpa terrible


Una mala noticia para todos aquellos que conocían lo que significaba para mi.
Hoy finalmente, Tortuguita cumplió con sus amenazas de entregarse a la muerte... Desde ayer que la había visto acostarse raro como que lo sospechaba, pero era tan teatrera que parecía que hasta le gustaba fingir la muerte, le gustaba hacer sus sonidos de gaviota los días que yo tenía examen para no dejarme concentrar y hoy, a un día de que me regrese a mi casa decide (o como se escriba) morirse... Estoy medio triste, mis mascotas en Cocoyoc generalmente habían gozado de funerales de jardín muy decentes, hasta los hamsters recibían una ceremonia digna de ellos... Jack que todas las mañanas me miraba despertar desde su pecera tuvo un ataúd... Tortuguita que vivió en Barcelona la oscura, en Lepant 364 el oscuro, en los dominios de Jimena Ramirez la oscura ahora no podrá recibir un entierro digno de lo que ella representaba para mi, porque aqui no hay jardines, ni tierra, puro pavimento como una ciudad en toda regla. Barcelona la caliente no me deja vestirme de negro por caliente y tengo que vestirme de azul solamente... Tortuguita, de guapo doctor, que según esto por sus energéticos berrinches justo el día que la llevaba al veterinario disque estaba más viva que yo, cochina Tortuguita, nos engañaste a todos, porque a parte decían que no tenías ninguna enfermedad de los ojos quesque no los tenías hinchados pero estoy casi segura de que no veías chido porque de todos los animales del mundo, era mi tortuga aquella que no veía, y que no comía porque seguro necesitaba lentes.
Te odio porque no escatimé en gastos para que recuperaras tu condenada salud, estoy segura de que sabías perfectamente que tengo corazón de pollo y que con gusto dejaría de comer dos meses para que tuvieras tu pinche lámpara de rayos uv que ahora tengo que vender por la soledad en la que me has sumergido. Que desconsuelo el mío hoy, que cada vez que visitaba casa de Lausi, miraba como sus tortugas eran voraces y que crecían a una velocidad sorprendente, tú siempre chiquita, llegué a sospechar que simplemente te parecías a mi, pero no crecías, y no comías, aunque religiosamente te saqué a tomar el sol, aunque intenté tenerte bien cerca, aunque intenté separarte de mi porque mis cuidados siempre son asesinos. Tortuguita del mal, la frialdad en la elección de tu fecha de muerte me pone la carne de gallina y me hace sentirme toda enojada contigo, porque estoy aqui y me voy mañana, porque perdí mi boleto de avión y me angustié mucho, porque disfruto mucho de akatzuki y cuando podía sumergirme en él me condenaste con tu ausencia insensata, con tener que sacar tu cuerpo pegostioso e inerte y finalmente colocarte en la bolsa de la basura que va la sección orgánica... Lo mejor que te puedo ofrecer y es tal mi desconsuelo que voy por la casa inspirando ternura!.

1 comentario:

susanitasaltacharcos dijo...

todos extrañaremos a tortuguita, especialmente yo, que cada vez que increiblemente me quedaba en la casa de 1000 personas, ella me acompañaba... sus ruiditos extraños y su facilidad para disfrutar el sol como yo en el balcon, hacían menos tediosa la espera de que alguien llegara y me sentía más acompañada cuando leía mis cuentos viendo hacia la calle y batallando con el ruido de la ciudad... descanse en paz, mi querida tortuguita, estaras en el cielo de las tortuguitas con las que yo tenía y como tu, tuvieron que seguir su camino... solo te adelantas tortuguita, seguro después, tomaremos el sol las tres juntas...