domingo, julio 16, 2006

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Y finalmente se comió todas mis palabras.
Mi garganta es un desierto, las cuerdas están calladas.
Dentro de mi todo sabe a menta y azúcar, dentro de mi tus ojos son semillas y tu boca tatuaje grana.
Grava tu risa como una marca incandescente, que tus besos se conviertan en mis manos o en mis dedos, hoy estoy ausente del mundo.
Sobre tu pecho guardaré mi tacto, rozando tu cuello jugará mi risa.
Jardín delicioso los paisajes internos, dentro de tu cabeza bailo sin que me duela el cuello, tus palabras me las enredo como collar de piedras azuladas, en tus brazos todo es rojo y negro, todo es tibio y permanente. Tu mano perpetua dentro de la mía será mi estrella, tu abrazo, la sombra que no se borra.

2 comentarios:

susanitasaltacharcos dijo...

finalmente, después de besar algunos sapos, la princesa encontró al príncipe, aunque realmente no sabía si tenía que seguir exprimiendo naranjas para encontrar su media... yo creo que prefería encontrar la entera y estaba segura que la tenia en su mano... así que no la exprimió y decidió comérsela enterita, y sigue teniendo el sabor dulce-ácido de la naranja, esa completa que encontró y que feliz sigue comiendo... y seguirás comiendo princesita, disfruta el placer de comer naranjitas... mua!

Gran Fornicador dijo...

Cosa buena ha de ser esa de sentirse acompañado. Habemos los que nuestro destino es más bien el exilio (y no nos orgullecemos de ello, cual poetas malditos, tan kitsch los pobrecitos).